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As fue la olvidada gran victoria espaola en el ‘Tour comunista’: “Era inquietante rodar entre escopetas”

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As fue la olvidada gran victoria espaola en el ‘Tour comunista’: “Era inquietante rodar entre escopetas”

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Guerra Fra y Ciclismo. Pocos podran imaginar la relacin que existe entre ambos y menos an la conexin con nuestro pas. Es entendible, pero existe. En las postrimeras de la dictadura franquista una delegacin de la seleccin espaola de ciclismo acude por primera vez a Berln Oriental a tomar la salida en la mtica “Carrera de la Paz”: la competicin deportiva ms importante al otro lado del Teln de Acero, tambin conocida como “el Tour de Francia del Este”.

Los organizadores de la prueba, en la Repblica Democrtica Alemana, Checoslovaquia y Polonia, llevaban aos invitando a la Federacin Espaola de Ciclismo; los xitos de Bahamontes, Ocaa, Fuente, Julio Jimnez, Galds y compaa no pasaban desapercibidos y queran tener entre sus participantes a los corredores de los pases con mayor tradicin ciclista. La “Carrera de la Paz” comenz a disputarse en 1948, tres aos despus del final de la Segunda Guerra Mundial, con idea de fomentar la confraternizacin de todos los pases del mundo tras medio siglo de contiendas armadas.

De sobra es conocido el odio que el Rgimen Franquista profesaba hacia el comunismo y no fue hasta 1975 cuando Luis Puig, el presidente de la Federacin Espaola, logr “engaar” a algn ministro consiguiendo el permiso para poder participar tras aos de continuo rechazo. No es menos cierto que, meses atrs, Espaa haba establecido relaciones diplomticas con el pas centroeuropeo, llegando incluso a abrir una embajada en Berln Este, pese a su distanciamiento ideolgico.

Con toda la ilusin del mundo acudi a la cita la delegacin espaola comandada por el seleccionador nacional, el donostiarra Ramn Mendiburu, que se llev a los Pases del Este a seis de los ms prometedores ciclistas amateur del panorama nacional del momento.

Los deportistas de los pases comunistas no podan ser profesionales, ya que segn sus ideales el deporte deba de ser puro: entendan que correr para un equipo patrocinado por una marca comercial era parte del capitalismo que rechazaban.

Pero en realidad, los deportistas de aquellos pases eran lo que se consideraba como “falso amateur”, ya que era frecuente que sus atletas se dedicaran en exclusividad a la prctica del deporte y fueran retribuidos econmicamente por el Estado siendo nombrados altos mandos del ejrcito, la polica o el gobierno.

Es por ello que, en el caso concreto de la “Carrera de la Paz”, lo habitual fuera que los ciclistas de la URSS, Polonia, Checoslovaquia y la RDA arrasaran en todas las categoras, dejando las migajas a los corredores occidentales que, como autnticos amateurs, difcilmente podan competir contra los “Monstruos del Este”.

Pese a estos poco halageos precedentes, la primera participacin espaola en la “Carrera de la Paz” fue un verdadero xito, logrando dos triunfos de etapa en aquella edicin de 1975, por parte de los corredores Juan Jos Moral Arnaiz y Enrique Martnez Heredia, y una buena clasificacin en la general final por parte del primero.

Teniendo en cuenta el contexto histrico de haberse conseguido en plena Guerra Fra contra los mejores ciclistas de los pases comunistas, debido a la situacin poltica convulsa que se viva en Espaa y a la completa falta de informacin sobre la vida ms all del teln de Acero, uno de los ms importantes xitos logrado por la seleccin espaola de ciclismo a nivel internacional pas totalmente desapercibido, incluso para los amantes del deporte del pedal de nuestro pas. La poca prensa que se hizo eco de la noticia lo hizo con alguna escueta publicacin acerca de las dos victorias de etapa.

A finales de ese mismo ao 1975 las relaciones entre la RDA y Espaa quedaran suspendidas unilateralmente tras la ejecucin de lo que seran las ltimas sentencias de muerte del franquismo en nuestro pas. Puede que por estas u otras circunstancias la seleccin espaola de ciclismo no volvi a disputar la Carrera de la Paz hasta 1984, que lo hara a las rdenes de Pepe Grande con un equipo en el que se encontraban Miguel Indurin, Manuel Jorge Domnguez o Jos Salvador Sanchis entre otros.

Nunca ms en la historia de esta competicin, ni a nivel de selecciones nacionales en la poca dorada durante la Guerra Fra, ni en su posterior etapa final disputada por equipos comerciales profesionales, ni siquiera en la actual versin sub-23 de la Copa del Mundo (Course de la Paix), un ciclista espaol ha vuelto a repetir victoria.

Los ciclistas ms laureados de la Carrera de la Paz fueron corredores de los pases del Este como el polaco Ryszard Szurkowski, los alemanes orientales Steffen Wesemann, Uwe Ampler, Gustav-Adolf Schur y Olaf Ludwig, y el mito sovitico Sergei Sukhoruchenkov. Jvenes promesas como Abdoujaparov, Ugrumov, Tonkov, Jaskula, Raab, Piasecki, Svorada… se curtieron en la Carrera de la Paz antes de que, a finales de los 80, las autoridades comunistas les permitieran competir de manera profesional.

Por todas estas razones, y por el contexto histrico, la Carrera de la Paz es considerada la mejor competicin ciclista amateur de la historia, muy por delante del Tour del Porvenir, que tras la desaparicin de aquella y la cada del Teln de Acero pas a ocupar el primer lugar. De ah que podamos concluir que es una lstima que el importante xito logrado por la seleccin espaola en 1975 pasara sin pena ni gloria a la historia del ciclismo nacional.

En 2020, el guipuzcoano Juanjo Moral (Ingeniero de profesin) decidi poner fin a este asunto y escribir un libro que sacara del olvido este relato que su padre vivi en primera persona, pues es hijo del primer ciclista espaol en lograr el triunfo de etapa en la Carrera de la Paz. Consciente de que en el fondo “solo” eran unas victorias de etapa decidi complementar la historia mezclando esta vivencia real con una trama de ficcin del mundo del espionaje, clsico del periodo de la Guerra Fra, escribiendo la novela titulada: ‘Vencer en tierra de espas’, combinando dos de sus pasiones: el ciclismo y la literatura de la Guerra Fra, resultando una trama redonda, llena de emocin e intriga.

Maillots de lana, chichoneras, calapis, estadios a rebosar, finales de etapa en pistas de atletismo de ceniza…, se mezclan con espas, traidores, agentes infiltrados, el KGB, la Stasi, el muro de Berln… en una trepidante trama de espionaje al otro lado del Teln de Acero y un equipo ciclista espaol que es la pieza clave de una partida a escala internacional. Ciclismo y Guerra Fra en estado puro. Nadie antes se haba atrevido con esta frmula en una novela. Lo acaban de hacer juntos Juanjo Moral y la editorial cntabra “Estrella del norte” publicando esta obra que no deja indiferente a nadie.

Con “Vencer en tierra de espas”, Moral hijo rinde un homenaje a su padre, Juan Jos Moral Arnaiz, el que fuera uno de los ciclistas ms prometedores de los aos 70, dos veces campen de Espaa en ruta y C.R.E., adems de olmpico en Montreal 76, con ms de cincuenta victorias nacionales e internacionales en su poca amateur, en la que era continuamente seleccionado por la Federacin Espaola de Ciclismo, con Ramn Mendiburu al mando, para disputar su calendario internacional.

Mi padre siempre me contaba esa ancdota del muro, la frontera, los guardias armados, los terraplenes, el alambre de espino…

Moral (hijo), a MARCA

Un libro plagado de ancdotas

“Hay muchas ancdotas que me ha contado mi padre (y que cuento en la novela) respecto a la llegada a Berln. Este en avin, los hoteles, la comida, una visita al campo de concentracin de Auschwitz, un vuelo en avioneta que realizaron en Polonia en el que les hicieron cadas en picado y vuelos rasantes, en el cul pas un miedo terrible, otra ancdota en la que el alemn occidental Peter Weibel (despus seleccionador nacional de Jan Ullrich) le quiso timar en la compra de unos guantes de ciclismo, cmo los soviticos se enfadaban cuando un compaero de seleccin de mi padre iba cantando mientras rodaba en el pelotn, cmo el da que gan la etapa en la RDA a mitad de recorrido se le rompi el manillar y con una mano consigui dominar la bici sin caerse, le cambiaron su bici por una Macario de la seleccin que le quedaba un poco grande, pero an y todo consigui ganar la etapa, la cantidad de gente que haba en las cunetas y los estadios en la Carrera de la Paz, el dinero que les daba la organizacin para gastar, la cantidad de regalos que les daban a diario los ayuntamientos, las empresas, las instituciones del gobierno, la velocidad a la que se rodaba (unas medias increibles), los finales de infarto en estadios con pistas de atletismo de ceniza… y muchas ms”, explica su hijo Juanjo Moral a MARCA.

Rodar en pelotn junto al muro de Berln, rodeado de torres de vigilancia y guardias fronterizos, fue una sensacin nica a la vez que inquietante

Moral, a MARCA

“Rodar en pelotn junto al muro de Berln, rodeado de torres de vigilancia y guardias fronterizos, fue una sensacin nica a la vez que inquietante”, explica el padre. Su hijo, por otro lado, ha recogido todos los detalles sobre esa cita: “Esa edicin de 1975, en la que corri mi padre, la Carrera de la Paz empezaba en Berln. El desfile inaugural, tan tpico de los pases comunistas, el prlogo, as como el comienzo de la primera etapa se realizaron por calles de Berln Este y mi padre siempre me contaba esa ancdota del muro, la frontera, los guardias armados, los terraplenes, el alambre de espino…”.

Un ao despus, en 1976, Moral fich por el equipo navarro Super Ser de Luis Ocaa: un proyecto multimillonario que so con juntar a Merckx y Ocaa en la misma escuadra. Finalmente, Merckx continu en Molteni y Luis se queda como lder nico del Super Ser, donde Juan Jos Moral sera profesional tras su participacin en los Juegos Olmpicos de Montreal. Para su desgracia el equipo se disolvi tras la polmica actuacin de Luis Ocaa en el Tour de Francia en donde ayud a Van Impe a derrotar a Zoetemelk.

En 1977 fich por el nuevo equipo profesional ELDINA, tambin de Pamplona, con Agustn Tamames de jefe de filas, con el cual llegaron incluso a realizar el stage de pretemporada en Benicssim, pero finalmente, debido a problemas financieros y administrativos el equipo no lleg a ver la luz. Habiendo dado comienzo la temporada y con los pocos equipos que haba en esa Espaa de 1977 ya completos, le fue imposible encontrar acomodo.

Cansado de una suerte esquiva, en una poca difcil, sin posibilidad de apoyo econmico familiar, tom la decisin de dejar el ciclismo para ponerse a trabajar, perdindose para el ciclismo nacional un corredor de un estilo diferente a lo que se acostumbraba en esa poca en Espaa: un ciclista ms actual, completo y verstil, un gran rodador que se mova a la perfeccin en todos los terrenos. Ahora, casi 50 aos despus, tenemos la oportunidad de conocer la victoria de Juan Jos Moral Arnaiz en la Carrera de la Paz de la mano de su hijo que, en forma de novela, homenajea su figura y trayectoria ciclista.

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