“Nuestra misión es que el fútbol sea el deporte predominante en Estados Unidos. Sabemos que estamos a unos pasos de llegar y tenemos un entorno favorable. Con la visión de que Europa siempre domina, pero con la idea de que con nuevos métodos, cosa que a lo mejor en Europa serían impensables, podemos ser mejores”. José María Oliva Lozano, Director de Investigación e Innovación de la U.S. Soccer, está al mando de un ambicioso proyecto que pretende impulsar el ‘soccer’ a unas cotas nunca antes vistas en el país de las oportunidades.
El almeriense aceptó en 2022 una oportunidad única e imposible de rechazar… complicada de ejecutar, pero no se pone techo alguno para lograr la misión por la que fue contratado. Desde la espectacular oficina de la U.S. Soccer en el centro de Chicago, ubicada frente al Río de Chicago y Lago Michigan, José María atiende a MARCA para explicar que se está cocinando para lograr el salto definitivo, uno que pretende destronar al baloncesto, fútbol americano y béisbol.
Un departamento desde cero
“El objetivo de este departamento en el que no hay nada cuando llego, soy la primera persona que se encarga de tener esa función, es la de generar conocimiento, compartir conocimiento, dar soporte a nuestro staff y selecciones“, explica sobre lo primero que se encontró tras arrancar su aventura. Un departamento creado desde cero para desarrollar e innovar diferentes métodos, apoyados siempre en los datos, conocimiento teórico y práctico, para sacar el máximo rendimiento a los profesionales. Por ejemplo, “Gastamos mucho dinero en métodos de recuperación, pero realmente no se sabe la efectividad que estos métodos tienen. Muchas veces los vemos en televisión: ‘Mira que guay esa tecnología’, pero luego la realidad es que muchas veces no se sabe si tiene un efecto positivo o no en el rendimiento“, confiesa sobre unos estudios que buscan encontrar la estrategia de recuperación más adecuada… y compartirla después con la comunidad científica.
En nada se mudará de oficinas para estar más cerca de lo que a él le gusta, el terreno de juego para poder trabajar directamente con los jugadores. Atlanta será la nueva casa del soccer estadounidense, cuya Federación acogerá junto a Canadá y México el Mundial de 2026, gracias a una contribución del empresario y filántropo Arthur M. Blank, dueño del Atlanta United de la MLS, que alcanzaba los 50 millones de dólares. Las instalaciones servirán como cuartel general de la Federación para que todos los protagonistas (jugadores, árbitros, entrenadores, etc…) accedan a las mejores herramientas, tecnologías e infraestructuras en una sede, con centro de entrenamiento incluido.
Un miedo en la sociedad
El día que cambió el fútbol americano, el deporte más popular de Estados Unidos, la sociedad se cambió su forma de ver las cosas. Se seguiría jugando, pero a partir de ese momento se haría sabiendo que incluso la NFL admitía que el juego representa un riesgo para la salud. La mayor liga de fútbol americano profesional aceptaba, después de años negando lo evidente, que existía un vínculo entre las conmociones cerebrales que sufren los jugadores de fútbol americano y la encefalopatía traumática crónica (CET, por sus siglas de inglés), que representa las consecuencias neurológicas acumulativas y a largo plazo de golpes repetitivos en el cerebro.
Sabemos que hay una un miedo en el país por lo que se ha visto en otros deportes con el tema de las conmociones cerebrales
Algo parecido pasó con el ‘soccer’, nuestro fútbol, después de que unos resultados, presentados en la reunión anual de la Sociedad de Radiología de América del Norte (RSNA), arrojasen nuevos datos sobre este controvertido tema y sugerían que usar la cabeza de forma reiterativa para golpear el balón puede tener consecuencias sobre la función cerebral. La U.S. Soccer se puso manos a la obra, en busca de encontrar el entorno más saludable posible, y en 2016 prohibieron los remates de cabeza en menores de 10 años. “Sabemos que puede haber cierta preocupación en el país por lo que se ha visto en otros deportes con el tema de las conmociones cerebrales”, explica a MARCA sobre la drástica decisión de la Federación.
A lo mejor estamos prohibiendo los remates de cabeza, pero quizás se pueda golpear con un balón diferente
“A partir de cierta edad, 11 o12 años, ya se puede introducir el cabeceo en entrenamientos, pero no más de 30 minutos a la semana y no más de 15-20 acciones a la semana”, cuenta. “Tenemos estudios financiados con universidades en los que medimos el el impacto que se sufre la cabeza a través de acelerómetros que se colocan en la en la boca. Un aparato bucal diseñado por un dentista tiene estos sensores integrados y nos permite conocer con diferentes tipos de balones, qué aceleraciones tiene, porque a lo mejor estamos prohibiendo los remates de cabeza, pero quizás se pueda golpear con un balón diferente, uno más blando que permita aprender porque al final, si el niño no desarrolla esa habilidad, el día de mañana podría tener un efecto negativo en su desarrollo como jugador”. La otra solución pasaría por modificar otras reglas del juego pero esto tendría un mayor impacto a nivel global y la investigación no es del todo clara a día de hoy.
Controlar el crecimiento… para no desechar talento por su físico
“Cada jugador puede tener un camino diferente. Lo que nos damos cuenta es que cuando vamos a detectar talento, ese talento puede tener diferentes condiciones física, técnica, cognitiva y emocional. Hay algo muy visible que es el tema de la madurez“, explica sobre los problemas reales que sufren cada día los entrenadores, que se encuentran grupos de edad con futbolistas variados en cuanto al físico… y lo que busca la U.S. Soccer es igualar las fuerzas. En otras palabras, no desechar talento por su físico.
Queremos tener en cuenta que el posible talento no se caiga de la mesa, que no se caiga de la lista por el simple hecho de que a nivel físico no estaba preparado
De esta manera, José María Oliva explica la tecnología de ultrasonidos con la que están realizando estudios para detectar la edad esquelética y estimaciones de la altura de cada futbolista. “Es un método innovador que creemos que pueda aportar de manera objetiva datos sobre la proyección de ese jugador. Y cuando valoramos talento, no solo valorar su rendimiento porque con ese grupo de edad el que es maduro (físicamente) puede dominar al que es más inmaduro, que también puede desarrollar otro tipo de habilidades porque se tiene que defender en ese contexto“, explica a MARCA.
“No significa que el que sea maduro ya no vaya a llegar a nada, significa que quizás necesita otro tipo de estímulos. La realidad es que no se toma acción del todo porque los equipos se obsesionan en ganar. Equipos ganadores con 12 años, cuando en realidad lo que nosotros queremos es desarrollar el talento y que cada vez haya mejores jugadores“, cuenta sobre una tendencia que empieza a tener más adeptos. Algo que es habitual en las canteras del fútbol europeo, donde los futbolistas más desarrollados a temprana edad brillan por encima del resto. “Creemos que estamos teniendo en cuenta el posible talento, que no se caiga de la mesa, que no se caiga de la lista por el simple hecho de que a nivel físico no estaba preparado. A lo mejor no está preparado hoy, pero quizás está dentro de seis meses o dentro de dos años“, finaliza.
Una vuelta a la industria del fútbol
“El departamento de Business Ventures anunció una colaboración recientemente con una empresa que permite disfrutar del fútbol como aficionado desde otra visión. No estar en tu casa enfrente del televisor, sino la de ponerte unas gafas y poder introducirte en el césped. Una mezcla de lo real con lo virtual que empieza a llamar la atención… y te permite colocarte cerca del entrenador o cerca del árbitro, o si te quieres cambiar de posición y ver el partido detrás de la portería a segundos donde se colocan las cámaras, cuenta sobre otra de las innovaciones en la que están trabajando desde el HQ de la U.S. Soccer.
La empresa XStadium pretende construir un futuro diferente para los aficionados… y en los partidos amistosos de la selección norteamericana masculina como preparación para la Copa América (frente a Colombia, Brasil y México) y femenina para los Juegos Olímpicos (frente a México) llegó la primera prueba. Una tecnología que puede tener su uso con los futbolistas: “No lo tenemos implementado en el área de rendimiento todavía, pero por ejemplo, se me viene a la cabeza poder trabajar así con un jugador en lugar de enseñarle el vídeo después del partido o antes del partido en ciertas acciones, puede mostrarle una visión más real. Sentir que está dentro del campo, que pueda girar y ver quién tenía a tu derecha o izquierda. O el propio portero que pueda analizar los penaltis de sus rivales desde dentro”, finaliza sobre otro posible granito de arena para que la innovación y rendimiento del futbolista sigan creciendo.